
http://asturiense.blogspot.com.es/2013/03/el-calendario-lunisolar-prehistorico-de.html
Alonso Romero imagina la espiral como una representación de la evolución del cielo a lo largo del año, que ciertamente recorre una espiral dextrógira desde el solsticio de invierno al de verano, y levógira desde el de verano al del invierno. Así, considera al grabado que muestra dos espirales tangentes que giran en sentidos opuestos, aunque con diferentes tamaños, como sendos símbolos del desarrollo del sol en verano y en invierno, respectivamente. La espiral grande tiene 7 vueltas mientras que la menor 5 que suman 12, para Alonso Romero, los 12 meses del año: la espiral grande cubriría, partiendo desde el interior, desde el mes de diciembre al de junio, mientras que la menor recorrería desde julio hasta diciembre partiendo desde el exterior. Considera que 65 cazoletas rodean la doble espiral que corresponderían a 5 años compuestos por 13 meses de 28 días, si bien llama la atención sobre dos cazoletas anómalas que no limitan directamente con el perímetro del grabado. También opina que que las cinco marcas situadas a un lado de la doble espiral representaría una constelación.
Sobre la otra figura, la denominada “altar de las ofrendas”, Alonso Romero nota que está rodeado por un anillo de 47 cazoletas. Si cada una de estas es un mes de 28 días, el total serán 3’6 años, que sumados a los 5 de la figura del “calendario” darán “casi” 9 años, que es “casi” la mitad del periodo del ciclo de regresión de los nodos de la Luna, cuya presencia en alineamientos de monumentos megalíticos europeos ha sido sobradamente constatada.
http://eltablerodepiedra.blogspot.com.es/2009/06/el-petroglifo-de-mogor-es-una-carta.html

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